Cuando practicamos ejercicios aeróbicos y queremos integrar un electroestimulador dentro de nuestra rutina de trabajo (compex, globus o céfar, etc) es interesante comenzar por la base, por el fondo. El primer objetivo es aumentar nuestra resistencia aeróbica.
Los deportes de larga distancia o de fondo requieren de una buena base aeróbica que normalmente se trabaja durante los meses de invierno. Esto lo conseguimos entrenando durante mucho tiempo por debajo de nuestro 75% de pulso máximo para hacer más grande el corazón, preparar nuestras fibras lentas, aumentar la red de capilares de los músculos y un sin fin de beneficios que obtenemos al realizar ejercicios aeróbicos. Además lo solemos complementar con trabajo en el gimnasio para aumenta la masa muscular que poco a poco iremos perdiendo durante la temporada.
Para integrar la electroestimulación en nuestro día a día, siempre que deseemos tener una buena base aeróbica, recomiendo comenzar con el programa de “resistencia aeróbica”.
Este programa te va a ayudar a crear fibras lentas, que son las responsables de trabajar a baja intensidad durante mucho tiempo sin notar prácticamente la fatiga, va a conseguir mejorar nuestra red de capilares, le va a dar más resistencia a nuestros músculos, pero si somos capaces de subir la intensidad de nuestro electroestimulador, multiplicaremos los efecto de nuestro entrenamiento y veremos resultados a más corto plazo que si solamente hacemos ejercicio voluntario.
La forma de trabajar
Sabrás si el entrenamiento con electroestimulador ha sido efectivo al día siguiente de realizarlo, ya que es el momento en el que salen las agujetas, entre 24 y 48 horas después de haber realizado la electroestimulación.
Para que una sesión de Electroestimulación sea efectiva, has de entrenar como mínimo a 150 microcolums o a 18 miliamperios. Esto como mínimo. De ahí para arriba es lo recomendable para ver los buenos resultados que provoca en tu entrenamiento
Pedro García
www.deporteysaludfisica.com
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